Friday, December 03, 2010








WIKI MUNDO




Las Hawai serían unas islas completamente anónimas de no ser porque el imaginario norteamericano las ha convertido en su paraíso turístico, con chicas guapas que visten faldita y te ponen un collar de flores, y tipos a los que nos les importa que te tires a sus novias. Pues resulta que de la lengua hawaiana sale uno de los vocablos que van a marcar sin duda el paisaje de la cultura globalizada en la que empezamos a instalarnos: wiki, que significa "rápido". Añadimos leaks, término del inglés que significa "filtraciones" y nos encontramos con wikileaks, el misterioso portal web que ha montado el mayor terremoto informativo de los últimos años.

Como ha dicho recientemente Timothy Garton Ash en El País, uno de los pocos medios privilegiados que han accedido a la información de wikileaks, con los miles de documentos del Departamento de Estado Usa que han salido se ha conseguido en una tacada todo aquello para lo cual los historiadores necesitan décadas. Quizá sea cierto, aunque no estoy seguro de que la función del historiador sea la de investigar cómo se maquinan entre bastidores las relaciones diplomáticas o qué tipo de subterfugios utilizan las grandes potencias para movilizar en su favor la voluntad de otros gobiernos. En cualquier caso, se trata ciertamente de un festín periodístico que promete cada noche una nueva madrugada aún más escandalosa.








Mi primera inclinación sería la de simplemente admirarme ante la personalidad arrolladora de Julian Assange, el hacker australiano que creó la web especializada en sacar a la luz pública documentos clasificados de las grandes potencias. Assange parece destinado a convertirse en el primer gran héroe del siglo XXI, por cuanto, al contrario que Garzón, Lula u Obama, no está nada claro que sus valores provengan del pasado. Ciertamente, lo que parece desprenderse de su oposición al stablishement y a los grandes poderes globales es la voluntad de hacer frente a la injusticia, la marginación, la impunidad o la corrupción... De acuerdo, pero el modus operandi del grupo wikileaks, su pelaje, su estilo, su lenguaje en definitiva, es tan rabiosamente diferente del de los héroes a los que nos hemos acostumbrado, que por fuerza hay que terminar inteligiendo que los contenidos ideológicos navegan por derroteros completamente diferentes a las de los viejos discursos revolucionarios. Lo que intento decir, siguiendo el principio macluhiano de que "el medio es el mensaje", es que el estilo wiki es algo más que un canal nuevo -sin duda más rápido y eficaz- para alimentar las mismas empresas revolucionarias que ya existían.


No pretendo desacreditar la empresa, que es sin duda subyugante. Entiendo que el aura romántica de perseguido que rodea a Assange, cuyo asesinato a manos de los servicios de seguridad del Estado norteamericana ya ha sido reclamado por importantes líderes políticos de la nación, genere un abrumador efecto seductor. Sí propongo no dejarnos hipnotizar en estos días por el deslumbrante fenómeno mediático de las revelaciones, de las que sin duda mañana tendremos una nueva entrega. Necesitamos tiempo. No para comprobar lo que ya sabíamos -y aún no ha aparecido nada que yo no supiera ni imaginara, por más que resulte escandaloso comprobar que realmente ocurría-, sino para que lo ocurrido nos ayude a hacernos una idea más lúcida de cuál es la lógica de la política internacional en nuestros días.







De lo contrario corremos el riesgo de que el fenómeno sólo sea un bluff, uno más, aunque sin duda más suculento desde el punto de vista de las audiencias que ningún otro, un fenómeno en el que el periodismo clásico no ha tenido más remedio que ir a la zaga. En palabras de J.Assange, y refiriéndose al exitoso historial de su web:



"Eso no es algo que digo para demostrar lo exitosos que somos, más bien, eso te muestra el alarmante estado del resto de los medios de comunicación. ¿Cómo es que un equipo de cinco personas ha llegado a mostrarle al público la información más reprimida, a ese nivel, que el resto de la prensa mundial junta? Es vergonzoso."










En esto tiene toda la razón. Quizá no sea la alta política la que se vea obligada a cambiar su lógica ante su propia desnudez. Todo lo más, aprenderá a ser más cuidadosa a partir de ahora. Es lo que ocurrió a raíz del asunto Watergate, cuando un astuto operativo por parte de dos periodistas del Washington Post, Woodward y Benstein, desencadenó el mayor escándalo político en la historia de los Estados Unidos y una auténtica revolución en los conceptos periodísticos. No está muy lejos, permítanme la comparación estrambótica, de eso que hacen futbolistas y entrenadores desde que las televisiones aprendieron a traducir sus palabras leyéndoles los labios: hablar tapándose la boca.



Quien acaso sí haya de cambiar drásticamente su autoconcepto sea la prensa. Su actual crisis, que -no lo olvidemos- es una crisis de mercado, y que amenaza con destruir empresas con una enorme tradición, tiene mucho que ver con la difusión de internet. Porque de lo que no tengo dudas es de que la vieja dialéctica entre el poder político y la información debe continuar. Es de ingenuos pensar que la cocina de las cosas va a permitir que observemos cómo se elabora todo lo que vayamos a comernos... tanto como lo es pensar que seguirían vendiéndose periódicos si estos se limitasen a ser la caja de resonancia del poder, por más que esto sería exactamente lo que los mandarines desearían.








De lo que no estoy seguro es de que la dirección correcta de los procedimientos informativos pase por abrazar sin ambages el estilo wiki. Ya me pasó con wikipedia, que nos hace sentir más rápidamente informados, pero no más sabios. Pongámonos a distancia y observemos con atención. Y, sobre todo, démonos tiempo. Es lo más revolucionario y lo más a contracorriente que ahora mismo soy capaz de vislumbrar.

7 comments:

Justo Serna said...

En España, la huelga de los controladores aéreos deja en segundo plano las filtraciones del Departamento de Estado. El día de 3 de diciembre, nada más enterarme de la circunstancia y tras ver por televisión la comparencia de Alfredo Pérez Rubalcaba, me pregunté cuál sería la portada de El País. En mi blog la reproduzco.

¿Hay alguna enseñanza que sacar? El acontecimiento es la materia prima de los periodistas: el hecho nuevo, incluso imprevisto, que rompe las expectativas acaba desplazando a la gran filtración.
¿Mundo wiki?

Sí, pero la realidad material, externa, regresa cuando creías vivir en un mundo virtual. Como decía el Sargento Esterhaus, de 'Canción triste de Hill Street': "tengan mucho cuidado ahín fuera".

David P.Montesinos said...

Empiezo a tener la sensación de que todo va demasiado rápido. Parece no haber manera de tomar esa media distancia que nos permita inteligir el sentido de las cosas, otorgarles algún tipo de trascendencia histórica. Necesito tiempo, si no la información se me indigesta.

Individuo said...

No olvidemos que aunque Wikileaks pertenece a ese nuevo mundo de la información "wiki", en la práctica, ha conseguido su rápida trasmisión de conocimientos gracias a la colaboración con grandes medios de comunicación escrita, cuyos periodistas han pasado mucho tiempo navegando a través de los datos aportados por la organización para ir subrayando aquellos asuntos que han considerado dignos de titulares.

Con esta última acción, la difusión de mensajes entre embajadas y gobierno norteamericano, Wikileaks, principalmente, sólo ha puesto en ridículo al país hegemónico, mermando, quizá, sus relaciones con algunos países y aportando información sobre Irán, Corea del Norte y los petro-países árabes que podría provocar conflictos y problemillas a niveles que van más allá de lo diplomático. Por lo demás, Wikileaks ha sacado a la luz la intromisión política de un país ante las leyes establecidas en países aliados (Ejemplo perfecto es el de España y la intromisión del ejecutivo en cuestiones judiciales) y las prácticas sucias e hipócritas con las que intenta mantener su posición internacional, sin atender a la búsqueda de equilibrio de organizaciones internacionales o a los intentos de establecer unas normas comunes o una legislación internacional que todo país soberano deba respetar por el buen funcionamiento pacífico del orden global (y aquí el ejemplo perfecto de esta actitud prepotente e individualista sería un documento de la CIA hace meses filtrado también por Wikileaks en el que la organización plantea la posibilidad de que otros países consideren EEUU un exportador de terrorismo, o un país con ciudadanos que colaboren en actos terroristas en otras naciones, debido a que tal situación implicaría la petición de extradición de tales criminales cuando EEUU, un país que no se corta a la hora de pedir extradiciones, no suele permitir que ninguno de sus ciudadanos sea juzgado más allá de sus fronteras).

Pese a los posibles excesos cometidos por Wikileaks y las excentricidades del famoso cabeza de turco Julian Assange, esperemos que esto no quede en una mera anécdota sobre los avances tecnológicos o en una pasajera "amenaza terrorista" a los organismos de seguridad norteamericana, sino en la posibilidad de toma general de conciencia sobre la necesidad de transparencia política y del establecimiento real de un poder, si hablamos de los países autodenominados democráticos, rendido a quien representa, el pueblo.

Individuo said...

Pese a los posibles excesos cometidos por Wikileaks y las excentricidades del famoso cabeza de turco Julian Assange, esperemos que esto no quede en una mera anécdota sobre los avances tecnológicos o en una pasajera "amenaza terrorista" a los organismos de seguridad norteamericana, sino en la posibilidad de toma general de conciencia sobre la necesidad de transparencia política y del establecimiento real de un poder, si hablamos de los países autodenominados democráticos, rendido a quien representa, el pueblo.

(ya)

Saludos.

David P.Montesinos said...

Perdona Individuo, estoy fuera y unplugged, de ahí que haya tardado tanto en publicar tu post, tan sumamente interesante que me gustaría contestarlo, lo intentó mañana. Gracias por tu escrito.

David P.Montesinos said...

Leo tu comentario con suma atención. Comparto la mayor parte de la argumentación. En esa línea, se me ocurre que lo que ha quedado al desnudo no es tanto la "maldad" del gobierno norteamericano, sino más bien su incapacidad para ejercer ese papel de "vigía de Occidente" que lleva tanto tiempo autoatribuyéndose. Creo por otra parte que wikileaks es un fenómeno destinado a transformar la lógica periodística antes que las de las instituciones. La política va a seguir siendo, en lo referente a los estados, aquello de "la guerra por otros medios". Haces sin embargo referencia a cómo la hegemónica potencia parece especialmente poco interesada en dejarse afectar en sus decisiones por instituciones transnacionales. Si el resultado de esto es que empezamos a tomarnos en serio la necesidad de fomentar y proteger ese tipo de instituciones quizá derive del asunto wikileaks algo mejor de lo que yo sospecho.

Anonymous said...

Buen articulo, estoy de acuerdo contigo aunque no al 100%:)